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Mostrando entradas de 2020

Cenizas

Con las rodillas flexionadas y el cuerpo agazapado contra el cordón de la vereda, intenta proteger al fuego de los embates del viento que llegó con la medianoche. Este es su ritual de año nuevo. Sobre el asfalto frío los restos de calendarios van siendo consumidos por las llamas, y así el nuevo año va asomando al otro lado de la calle. Cuando era más joven, vio a su abuelo cumpliendo con esa tradición, ensimismado en su tarea, y desde ese día acostumbra quemar los restos del año al terminar el día.  Cientos de luces de colores iluminan el cielo de diciembre, los estruendos y algunos gritos llegan con el aire, y desde el suelo las llamas derriten los números ya sin sentido. Los días que fueron muy importantes, los días vacíos y solitarios, también esa fecha marcada que no podía olvidarse, todo está allí; aunque ahora todo eso es nada, un simple pedazo de papel ardiendo. Y apenas un montón de recuerdos en su memoria. Las cenizas del pasado abonan su presente, y mañana cuando salga el sol

Feliz Navidad

Las paredes blancas lucen algo opacas bajo la penumbra de la habitación, y de a ratos se distinguen las luces de la ciudad reflejadas en sus rincones. El olor a desinfectante, alcohol y otras cosas que no llega a distinguir, apenas deja oler el perfume de los jazmines casi marchitos en el florero a un costado. La puerta se abre logrando que los restos de la luz y el leve bullicio del exterior penetre en el aislamiento de la habitación. Un enfermero, apenas reconocible bajo las ropas protectoras, se acerca con algo de comida y una nueva flor que renueva el perfume del ambiente. En la soledad del aislamiento, el saludo y los deseos de aquel desconocido, son el mejor regalo de navidad que ha tenido en décadas. Una vez más queda solo, recostado sobre las sábanas blancas. Contempla a lo lejos las luces en el cielo, los estruendos apagados por el vidrio de la ventana, imaginando besos y abrazos de otros tiempos, anhelando celebraciones pasadas. *** ¡3-2-1! ¡Feliz Navidad!  El grito inunda la

El constructor

Pasó los días construyendo en su mente un lugar seguro y apacible. Un espacio al cual pudiera acudir en los momentos más duros, o incluso para recostarse en las pausas de la rutina.  A cada momento iba moldeando su hogar imaginario, redecorando rincones, agregando nuevas habitaciones, expandiendo colores. No era un sitio estático, sino todo lo contrario, las cosas se iban moviendo y cambiando de lugar o forma de acuerdo a los estados de ánimo. Siempre había un detalle novedoso, aunque la esencia permanecía intacta: la calma sostenía las paredes. Así, de acuerdo a sus necesidades, iba acudiendo a recuerdos felices, momentos atesorados lejos de todo pensamiento oscuro, algún aroma que lo transportaba a otra época, una textura de su infancia; todo ello formaba su lugar de paz. A veces, recostado en la cama al final del día, su mente lo llevaba a ese bálsamo de energía, donde su ser extraviado caía rendido ante el sueño. Pero sin embargo, con el devenir de los días y las vibraciones propia

La cena

  La espuma resbala lentamente por su antebrazo, hasta llegar deslizándose a la palma de la mano. La otra, que sostiene la esponja, dibuja círculos imaginarios sobre la superficie de un plato, mientras el agua tibia se va escabullendo entre las cosas hasta perderse por el desagüe de la pileta. A sus espaldas, el sonido sedante de las burbujas naciendo y muriendo en una danza de micro explosiones, moviéndose entre las paredes circulares de la olla hirviendo sobre el fuego azul. Levanta la mirada hacia el reloj, donde las agujas se han acomodado para marcar las once de la noche. Luego de terminar con el último resto de vajilla sucia, seca sus manos y gira el cuerpo para apagar la hornalla.  Al otro lado de la barra de madera que protege el frente de la mesada dejando una gran ventana rectangular, se encuentra el living penumbroso. Y en el silencio de la pieza, manchada con restos de luz que escapan de la cocina, alguien duerme estirado sobre el sillón. Su respiración suave dibuja un soni

Ser joven no es delito

“La juventud está perdida” estamos ya hartos de escuchar. “Juventud” es usado como un término casi abstracto, esbozado con desdén por todo aquel que quiera desligarse de cualquier comportamiento social que considera negativo.  En realidad es algo sumamente práctico para cualquier persona desviar la culpa de esa manera. Es similar a cuando se hace referencia a “la sociedad” como algo que está por fuera de uno mismo. Entonces, es como si los jóvenes fueran parte de otro mundo distinto y paralelo, donde no son los adultos quienes gobiernan e imponen las reglas desde el principio. El mundo es de esos adultos y el resto parecerían ser etapas de transición hacia y después de la adultez. Los jóvenes son (somos?) parte inevitable de la cultura, muchas veces reproductores de modelos aprendidos por observación, comportamientos absorbidos por la necesidad de encajar o el miedo a salirse de la media. No se nos puede separar como si no hubiésemos sido educados y socializados bajo el modelo preponde

Descifrar

Me dejo llevar para ver hasta dónde es capaz de arrastrarme la noche. Todas las palabras cobran protagonismo en este micro universo de música y soledad. Puede que ahora las letras caprichosamente agrupadas se sientan como hojas secas arrastradas por el viento, aisladas de su rama madre. Pero dentro de unos momentos todas tendrán su nicho preciso dentro del texto, y este, abrazándolas, cargará con su intención. Busco capturar las imágenes que pasan por mi mente. Crear algo a partir de este momento, con destino a un instante futuro, donde las imágenes ya no sean tan claras y las p alabras se escondan. Quién se ha robado la magia del mundo?  Quizás este simple ejercicio sea un paso para lograr recuperar la magia que el mundo me robó a mí. La música se cuela como anestesia por los rincones de mi cerebro y de a poco me va llevando lejos de esta habitación. No sé a dónde me dirijo en este viaje fuera de las paredes conocidas. Solo sé que mi cuerpo rendido cayó estirado sobre la cama, y mi m

La serpiente brillante

 P or la ventanilla del ómnibus veo acercarse la ciudad, como una inmensa serpiente de escamas brillantes. Su cuerpo se extiende en la oscuridad cerrada del campo alternando luces plateadas y rojizas. Lentamente me voy aproximando a ella, emergiendo desde la nada del campo nocturno, hasta llegar a sus calles despobladas. A medida que avanzo, los árboles opacos bajo el cielo se van intercalando, pasando velozmente frente al cristal, para perderse a mis espaldas. Ahora ya soy uno con la serpiente. Lentamente voy rodando por sus entrañas, rozando su piel de asfalto frío, dejando atrás a los pocos transeúntes que aún rondan las calles de invierno. Las vidrieras empañadas devuelven imágenes borrosas de los comercios tras las rejas. Un gato salta desde un tacho de basura, para perderse con sigilo tras la esquina. Poco a poco me alejo y la luz va desapareciendo. Ahora solo veo el horizonte, donde confluyen el negro del campo con la poca luz que las estrellas le otorgan a este cielo nocturno.

Mañana

Buenas! Bienvenidx una vez más a mi blog! Hoy comparto un texto breve que escribí hace un tiempo, en el cual trato de describir una mañana como tantas en la ciudad. Espero que les guste! Podés dejarme un comentario contándome qué te pareció, o usar los botones para compartirlo en tus redes y que llegue a otrxs. Gracias por leer!   - La humedad despierta con la mañana. Las calles aún vacías se levantan brillosas, vestidas con un fino manto plateado que refleja las últimas luces resistiéndose a desaparecer, ignorando la claridad incipiente. El silencio en las esquinas, sólo llega a interrumpirse por el aleteo nervioso de las palomas acurrucadas en algún rincón de los edificios del centro. El misterio recubre sus guaridas, con paredes viejas y desprolijas ocultando las inentendibles conversaciones en su interior. De a ratos, un solitario animal madrugador escapa revoloteando y bordea la pared de concreto para perderse a través de otro agujero. La ciudad expectante, aguarda inmóvil a que s

Sendas de papel

Escribe arrojando las palabras sobre el papel con vehemencia, como si así lograra disolver la pesadez de su monólogo interno. A esa altura de la noche cualquier paliativo para su conciencia es bienvenido. Poco a poco se entrega a los devenires del texto, que lo van llevando por los rincones más insospechados de su mundo interior. Cada palabra, frase o ide a que se m anifiesta, va de sper tando toda una nueva región, o trae consigo imágenes latentes de  un futuro anh elado. F ot ografías gastadas de un pasado  recorrido una y otra vez, hasta el cansancio, parado en el umbral del sueño al filo de alguna madrugada. Todo esto navega sin rumbo en las turbulencias de su pensamiento, y solo es preciso un momento de calma exterior para que el adentro empiece a agitarse y desnudar sus vacíos. Parece como si el prestarle atención sólo contribuyera a profundizar el enredo. Pero hacerlo visible en el  marco abierto de una hoja en blanco, puede que ayude a desatar los nudos de la marea. ¿Qué sombra

Cita: Coronación - José Donoso

“¿Pero no ves que toda vida, toda creación en el campo que sea, todo acto de amor, no es más que una rebeldía frente a la extinción, no importa que sea falsa o verdadera, que dé resultados o no?” “¿No te das cue nta que todo no es más que un desorden, una injusticia, un juego de locura del cosmos? Si hay un Dios que vele por el destino de los hombres no puede sino ser un Dios loco. ¿Qué locura más completa que haber dotado a los hombres de conciencia para darse cuenta del desorden y del terror, pero no haberlos dotado de algo para vencerlos? No, Carlos, no te ciegues, el único orden es la locura, porque los locos son los que se han dado cuenta del caos total, de la imposibilidad de explicar, de razonar, de aclarar, y como no pueden hacer nada ven que la única manera de llegar a la verdad es unirse a la locura total. A nosotros, los cuerdos, lo único que nos queda es el terror…” “¿Pero no te das cuenta de que la vida no es más que estructura? Todos, hasta los más vulgares, sabemos q

Marea

La marea lentamente se va retirando, llevándose consigo los recuerdos de una tormenta nocturna. Silenciosos niños descalzos recorren la arena de a saltos, atraviesan dispersos el laberinto de restos que adornan la arena. La playa se levanta inmensa y brillante bajo el sol de un nuevo día. Ecos de la tempestad aún resuenan mar adentro, llevados hacia el olvido por el movimiento pasivo del mar, dejando atrás horas de bullicio eléctrico, viento y luces violetas. Sobre la arena, extendida como una hoja en blanco a lo largo de los límites del agua, permanecen las huellas de las olas, impresiones desordenadas de remolinos que ahora se habrán diluido más allá de los límites de la vista, transformados en agua calma. Los niños resbalan, corren y saltan, deambulando entre los restos que el mar dejó olvidados en la playa. No buscan nada en particular, solo se van sorprendiendo con los misterios escondidos entre los escombros de la tormenta. Maderas carcomidas por el tiempo, redes de pesca extravi

Espejos

¡Buenas! Después de varios días sin subir nada vuelvo con esta publicación. Hacía un tiempo que no podía plasmar en un texto una idea con claridad hasta que salió esto. ¡Espero que lo disfruten y gracias por leer!  - Siempre le llamaron la atención los espejos, los veía como una ventana a otra dimensión, hacia un mundo paralelo justo a un costado de este. Un universo sincrónico, prácticamente idéntico al suyo, pero estaba seguro de que si lograba observar con suficiente detenimiento podría un día hallar alguna  diferencia por más sutil que fuera, un cambio que perm itiera confirmar su teorí a. Ese otro mundo inalcanza ble y estático estaba siempre atrapado en la silueta del espejo. A lo largo de su vida los había visto en diferentes formas, unos rectangulares con ángulos perfectos, otros con curvas delicadas, rodeados de marcos labrados; pero siempre atrapado en los márgenes el mundo estaba ahí quieto, esperando a que su reflejo se moviera para hacerlo al unísono. Desde muy chico adq

Batallas

El texto de hoy nace como una reflexión sobre el tiempo que estamos viviendo, y la dificultad que representa para mucha gente el gestionar sus vidas y sus conflictos con la mayor normalidad posible. El aislamiento a interrumpido procesos, vidas y cambios. ¡Gracias por leer! - Es difícil librar una batalla estando constantemente recluido en la trinchera. Se necesita acción y las paredes no hacen más que limitar el movimiento. Es cierto que se puede aprovechar el tiempo muerto para dedicarse a planificar. Pero ¿hasta qué punto somos capaces de soportar la inacción? Los planes empiezan a acumularse y el cuerpo necesita ponerse en marcha. Porque de no ser así, los deseos podrían llegar a transformarse en simples utopías. Es necesario levantarse y salir a trabajarlos todos los días, moldearlos con las horas hasta que se hagan realidad. Todos tenemos nuestras propias batallas, algunas internas y antiguas, o personales, laborales, luchas para cambiar nuestra realidad, o de cualqui

Libro/Viaje

Encontré este texto perdido en un cuaderno viejo, le hice unos retoques y decidí subirlo aprovechando que hoy se celebra el Día Internacional del Libro. ¡Gracias por leer! - Siempre que tomo un libro entre las manos estoy esperando un viaje. Olvidarme por un rato de mi propia historia, para vivir la de alguien más. Soltar mis diálogos, mis personajes y sus andanzas; dejar todo esto a un lado para recorrer los paisajes escondidos entre las hojas. Me gustan las palabras y sus sonidos. Verlas danzando unidas, mezcladas o asiladas. Solas flotando en un renglón, entre punto y sangría. O amontonadas en un párrafo compacto, como un escalón para ir subiendo a cada página. Disfruto sentir la textura de las hojas, su brillo, el contraste de la tinta que dibujan las letras, y también el aroma que aflora cuando se separan inicio y final, ambas tapas abiertas para que el espacio se llene con la mirada atenta del lector. Prefiero los libros viejos, esos amarillent

Insomnio

¡Buenas! La cuarentena está llena de noches de insomnio, pues este texto nació en una de ellas. Estaba tirado en la cama entre la maraña de pensamientos y la luz que entraba por la ventana, y sentí que debía guardar ese momento en un texto. Espero lo disfruten ¡Gracias por leer! - La noche despierta lugares muy extraños. Paisajes inexplorados. En el Universo de mi ventana ya la luna se escapó hacia un costado. Una estrella la sigue de atrás, rezagada y solitaria, alcanzada casi por la luz naciente del amanecer. La amenaza del nuevo día no es nada para el desvelo de mi mente alerta. Fríos susurros me llegan desde la calle, deslizándose en el silencio hasta alcanzar mis pies desnudos en la penumbra de la habitación. Aquí arrojado en la soledad de la madrugada no soy nada, nadie lo es; solo somos piezas sueltas, inertes, que conforman la gran maquinaria de las horas durmientes. Me hundo entre la inmensidad del silencio y la noche agazapada intentando vencerme. Y aun así mi m

Desayuno

¡Buenas! Estos días estuve probando a crear otro tipo de textos, y así surgió este relato corto. La trama seguramente no es muy novedosa, pero valoro el experimento en sí de animarme a buscar otras sensaciones a través de un texto. ¡Espero que lo disfruten y gracias por leer! - Matías despertó sobresaltado al escuchar el grito de su madre, que hizo vibrar la habitación como una ráfaga de viento que sorprende a una ventana abierta: ¡A desayunar!  Se dio media vuelta, todavía enredado entre las sábanas tibias y el aire fresco que llegaba desde el exterior de su cama. Al otro lado de la ventana, la calle aún estaba en silencio, hasta que un sonido vibrante bajó desde el cielo y así quedó inaugurada otra mañana lluviosa de junio. La vereda ya comenzaba a poblarse de charcos, cuando estuvo por fin sentado en la cama terminando de acomodarse las zapatillas. Mientras se preparaba para empezar el día las imágenes del desayuno empezaron a colmar su cabeza. Eran tan vi

Extrañar

¡Buenas! ¡Bienvenidx a mi blog y gracias por tu visita! El texto de hoy es uno más enmarcado en esta realidad de aislamiento que estamos viviendo. Surgió mientras escuchaba el disco "Parachutes" de Coldplay, así que probablemente esté un poco influenciado por el aura de sus canciones. Puedes dejarme un comentario más abajo, o usar los botones para compartirlo en tus redes sociales. ¡Espero lo disfrutes! - Hay un abrazo pendiente en el calendario. Más de uno, en realidad. Hay una lista de otros planes a la espera. Una mirada que busca sin éxito otra mirada, atraviesa el aire vacío y frena al chocar contra las paredes. Podría esperarse que las circunstancias la llevaran a regresar y mirarse a sí misma, pero no es así. No puede. Se hace tedioso voltear a observarse después de tanta costumbre y hastío. En cambio, la mirada se queda ahí perdida para siempre en la nada, brotando densa desde los ojos cansados de ver rutina, encierro y espejos. El verbo extrañar surge ajeno, de