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Un día más



  Un nuevo comienzo; otro intento por mantenerme sobrevolando los días con alas de imaginación, y surcar los vientos cambiantes de las emociones, para aterrizar con suavidad sobre tiempos mejores.

  Visitar un nuevo sitio, no del todo desconocido, construido sobre cimientos muy antiguos, que alguna vez fueron mi hogar, y ayudaron a protegerme del frío oscuro de la noche tortuosa. Un viaje sin retorno, pero poblado de intermitentes miradas hacia atrás, sin memoria, pero lleno de recuerdos atesorados bajo los huesos.

  Reinventarse, encontrarse en la piel de otro, en la propia, verse al espejo, más viejo y con la mente joven; amanecer sin esperar nada, sólo estando atento a los pequeños obsequios que trae cada día, momentos definitivos que forjarán la memoria de otra vida. Empezar de nuevo, con poco, con lo que se tenga a mano y sea necesario para ir en busca de lo merecido.

  Hoy voy a correr sobre el verde del campo bajo la luna, alejándome de estas palabras vacías. Voy a huir de todo, de la noche, del día, de lo que fui y lo que seré; correré hasta que mis piernas apenas puedan sostenerme, hasta que rompa en llanto y risas al mismo tiempo.


 Y cuando por fin caiga rendido al suelo, con la soledad del campo y la luna como testigos, sabré cierto que este ha sido un día más y no un día menos.

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